Desde la galería | Gonzalo Cuadra, director musical y escénico de Estación del Canto
Por: Paul Bücher Camus
Son las 6 de la tarde del viernes 26 de julio, mientras la Sala Principal comienza a recibir al público para el séptimo concierto de la temporada de la Orquesta Filarmónica de Santiago, “El último romántico”, en la Sala Claudio Arrau se vive un ambiente distinto. Los candelabros están apagados, una máquina tira humo y una tenue luz azul ilumina a cuatro personajes que llevan linternas. Cerca de ellos hay uno que recalca sus acciones sin hacer ningún ruido. Gonzalo Cuadra, musicólogo de profesión, está dirigiendo el ensayo de Estación del canto, una de las obras del Pequeño Municipal, que tuvo gran éxito de público la temporada pasada y que para celebrar a las niñas y los niños vuelve este agosto al escenario.
Egresó con distinción máxima de la carrera de Licenciatura en Artes mención Música e Interpretación Superior en Canto de la Universidad de Chile, lugar donde después realizó un Magíster en Musicología. El docente e investigador también ha escrito diversos artículos para la Revista Musical Chilena y publicó en el año 2020 un libro titulado Ópera nacional. Así la llamaron. 1898- 1950, con el cual ganó el Premio a la Música Nacional Presidente de la República 2020. En el año 2023 recibió el Premio a las Artes Escénicas Nacionales Presidente de la República por sus enormes aportes al desarrollo y divulgación de la ópera en Chile. Ese mismo año estrenó con éxito de público y crítica el rescate patrimonial de ópera El demonio mudo, y estuvo a cargo de la dirección de escena de la obra La rara basada en la vida de la cantante nacional Violeta Parra.
Tras una intensa jornada de ensayar cada movimiento, diálogo y escena de esta obra, que explica de una forma didáctica cuáles son los tipos de voces que existen en el mundo lírico, el compositor musical, libretista, director musical y escénico de Estación del canto se toma un momento para responder estas preguntas que van más allá de la ópera.
- Apodo: ¡Nunca he tenido! Creo que hay etapas de la vida que deberé hacer de nuevo jajaja.
- Signo zodiacal: Géminis, como las croquetas que comía el gato Sweetie en el Quinto elemento de Luc Besson.
- Película favorita: El viaje de Chihiro de Hayao Miyazaki y en general varias de animación cuando prima la calidad narrativa.
- Serie predilecta: ¡Viejos dibujos de la Warner Bros y Hanna-Barbera!, pero series de ahora: Ten percent, Sense8, Stranger Things y soy de los que ve uno o dos capítulos y guarda para el día siguiente… No me inviten jajaja.
- ¿Cuál fue el último concierto que fuiste? Mozart en el lied de la temporada del Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado.
- ¿Té o café? Té, y si es verde, de jazmín. Soy vegetariano hace décadas y sólo hay dos cosas del mundo vegetal que no tolero, una de ellas es el café.
- ¿Cantante o banda favorita? En lo popular o en el rock engancho más con canciones específicas y ahí tengo varias favoritas. En lo docto, Dawn Upshaw, Nathalie Stutzmann, por ejemplo o agrupaciones como Il giardino armonico.
- ¿Con cuál personaje de Estación del Canto te identificas ?¿Por qué? ¡Con todos! Jajaja. Como escribí la obra, hay un poco de mí en cada uno. No llego al extremo de Flaubert diciendo “Madame Bovary soy yo”, pero le andamos cerquita.
- Si no fueras musicólogo ¿A qué te dedicarías? A varias de las otras cosas que hago, que me apasionan y que están entrelazadas. Me gusta pensar como un avión con varias turbinas, si se echa a perder una, no es algo deseable ni para alegrarse, pero creo que podremos hacer el viaje y llegar al aeropuerto.
- ¿Tu peor Trágame Tierra en un espectáculo? Uno reúne muchas anécdotas en el escenario, pero en mi top 5 está uno que ocurrió en el Festival de Chiquitos en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). Unas horas antes del concierto de clausura, tuve un accidente en la calle. Me rompí la nariz en varias partes y me saqué piel de la frente. Horror. Quedé como una mezcla entre un tapir y Voldemort. Fuimos de urgencia al hospital, me limpiaron, tapé con mi pelo largo y maquillaje las heridas y comenzamos con la presentación. Al público no se le dijo nada y en un momento, vi que pusieron cara de espanto… ¡me estaba cayendo sangre de la frente! Eran tan fuerte los analgésicos que no había sentido nada. Antes de que se iniciara un proceso de beatificación, paramos el concierto y dimos las explicaciones. Cuando volví a Santiago, entré al pabellón, y ahora me acompaña mi nueva nariz con cariño y eficiencia desde 1998.
- ¿Lugar favorito de Santiago? ¡Me gusta Santiago! Si no hace calor, mejor aún. De preferencia el Santiago viejo, el centro, los barrios de las comunas más antiguas.
- ¿Plato chileno favorito? No solo chileno favorito, sino de mis favoritos de cualquier lugar es el pastel de choclo. Con aceitunas, huevo y pasas… y pino vegetal, claro.
- Si nos mostraras tu playlist ¿Qué encontraríamos? ¡Bien ecléctica! Mucha balada cebolla fina de los ’70, ’80 y ’90 y las bailo y canto; Mozart: óperas y conciertos para piano; barroco italiano intenso, Monteverdi, Vivaldi; canciones de arte francesas. Cuando es ópera, soy de los que las oye de principio a fin, no escucho casi arias sueltas.
- ¿Por qué esta foto de tu infancia te representa? Me gusta esta foto porque tiene una linda energía, cierto optimismo que me ayudará en el futuro, además en la mano tengo una ramita de lavanda, uno de mis aromas favoritos de siempre.